Corría el año 1902 cuando Willis Carrier diseñó una máquina que controlaba la humedad a través de tubos enfriados, es decir inventó el primer aire acondicionado de la historia.
En aquellos años un empresario de Nueva York dedicado a la imprenta tenía problemas con el papel porque durante el proceso de impresión debido a la humedad que traía el propio papel, a la temperatura ambiente y sobre todo al calor, no conseguía buenos resultados en sus impresiones. Fue entonces cuando entró en contacto con Willis Carrier quien se puso a investigar una posible solución al problema.
Los primeros en utilizar el sistema de aire acondicionado diseñado por Carrier fueron las empresas dedicadas al sector textil del sur de Estados Unidos, por ejemplo la fábrica de algodón Chronicle tenía el problema que debido a la humedad las balas de algodón generaban mucha electricidad estática y esto las convertía en pelusa, con el aparato de Carrier el problema quedó solucionado al estabilizar la humedad del ambiente.
El gran éxito que cosechó Carrier con sus productos llevó a gran número de industrias de dentro y fuera de los Estados Unidos a utilizar la marca Carrier para climatizar sus instalaciones. Así los aparatos Carrier se establecieron en industrias como las del tabaco, panadería, máquinas de afeitar, etc…
En 1915 se fundó la Compañía de Ingeniería Carrier cuyo objetivo era “garantizar al cliente el control de la temperatura y humedad a través de la innovación tecnológica y servicio al cliente”.
En 1922 Carrier consiguió un nuevo sistema de aire acondicionado, “La enfriadora centrífuga”. El sistema se empezó a utilizar en 1924 en los grandes almacenes J.L. Hudson de Detroit, donde se instalaron tres de estas máquinas con el fin de acondicionar en un principio el sótano y más tarde el resto de la tienda. El éxito de esta nueva máquina fue arrollador y enseguida se instaló en otros lugares como hoteles, hospitales, fábricas, aeropuertos, etc…
En 1925 se realizó la primera proyección de cine con aire acondicionado en Nueva York concretamente en los cines “Rivoli”. El éxito fue tan grande que había colas inmensas para poder ver disfrutar de la sesión climatizada. En 1930 ya tenían aire acondicionado 300 cines por todo el país.
Carrier empezó a hacer intentos de diseñar un aire acondicionado doméstico. Así en 1928 fabricó un completo equipo de aire acondicionado que enfriaba, calentaba, limpiaba y hacía circular el aire con el fin de comercializarlo en los hogares norteamericanos. Sin embargo la llegada de la gran depresión de 1929 puso fin al desarrollo de esta nueva máquina, el aire acondicionado doméstico tendría que esperar, y no sería hasta después de la II Guerra Mundial cuando los equipos domésticos de aire acondicionado empezaron a ser utilizados masivamente en pequeñas empresas y hogares.
A partir de ahora cuando estéis en un lugar bien climatizado por unos buenos aparatos de aire acondicionado recordad que se lo debemos a Willis Carrier.